La piel atópica es una piel especialmente sensible. Las dos palabras que la caracterizan son sequedad e irritación, con lo que es recomendable utilizar en su higiene productos sin jabón, y con alto poder hidratante.
Siempre es preferible la ducha al baño y el agua más tibia que caliente. En aquellos casos en los que la piel está más irritada puede resultar de ayuda los baños de avena coloidal por su poder calmante. Después del baño se aconseja el secado de la piel sin fricción para no agredirla, y el uso de productos con alto poder hidratante, incluso que aporten lípidos, con un bajo contenido en perfumes, conservantes u otros componentes que puedan resultar irritantes para la piel.
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Distribución de los brotes de atopia en función de las edades. Fuente: www.elmesdelaatopia.es
Para saber más, puede informarse en la Asociación de Familiares y Pacientes de Dermatitis Atópica